COYUNTURA

TRABALENGUAS: Resaca de un segundo debate.

TRABALENGUAS

Resaca de un segundo debate.

Por Fabián Villegas.

 

No es una ligereza afirmar el nivel de envilecimiento miserable al que la clase política ha arrastrado la discusión de lo político, o dicho en otro sentido, no es una ligereza afirmar el nivel de envilecimiento miserable en el que la coyuntura electoral coopta la discusión pública de lo político.

El segundo debate para elecciones presidenciales en México 2018, paso de ser caricaturesco a funesto, funesto a patético y de patético a insolente. Quedo claro que sobre agenda migratoria hay lagunas abismales que se parchan con el ejercicio retorico de spotizar todo discurso, todo es compromiso, “Mi compromiso” como eje transversal de la política pública. La realidad es que el compromiso “migratorio” de las dos últimas administraciones ha estado engavetado en todos lados menos cerca del compromiso con la defensa de los derechos humanos. Si hay espectros en la pesadilla mexicana, que auspicien deshumanizantes vectores de opresión múltiple, uno de esos espectros es sin duda todo lo que enarbola la migración. El migrante que se va, la migrante que llega, los migrantes que están de paso, las migrantes que nunca llegan. Ni hablar de los refugiados, que eso se eludió o ni se entendió. Estoy totalmente convencido que el formato del debate entorpece y obstaculiza una discusión seria, estoy totalmente convencido que Leon Krauze es una de las representaciones más acabadas de mediocridad intelectual con las mismas pretensiones decimonónicas de su padre quien cree que el liberalismo es un signo de inteligencia y la bardolatria una rúbrica de la intelectualidad pública. Pero estoy aún más convencido que es una insolencia presentarte a un debate con el paquete de respuestas del Bronco, eso es impresentable. Como deleznable es simular con una oratoria de una falsedad escalofriante un mínimo de compromiso social, formando parte orgánica de la red plutocrática que ha despojado, empobrecido, encarcelado, desaparecido y matado a miles de mexicanos durante 3 administraciones. En ese sentido Ricardo Anaya no solo es un canalla, es un canalla esquizofrénico, que persigue en su retórica electoral al propio Ricardo Anaya. Con un poquito de dignidad el mismo debería de meterse a la cárcel por despojo, lavado de dinero, corrupción, y por ser artífice de pactos y negociaciones que han ido en contra de todo el pueblo de México.

Pero si de canalladas a canalladas vamos, la canallada demagógica de José Antonio Meade de mencionar a Nestora Salgado, y llamarla “secuestradora” sin ningún miramiento, estuvo en otra dimensión, sirvió para acreditar que el presunto “outsider de derecha”, esposo de la aristócrata que vela por el interés de los “pueblos originarios”, no es ni buena gente, (para quien con ingenuidad era receptivo de las estrategias pedorras de comunicación política del PRIsmo, ni está cerca de tener un mínimo de calidad moral,  es un tipo por demás torpe, oportunista, incompetente, cínico en su papel. Que en su calidad de candidato se atreva a llamar a Nestora secuestradora, no es un asunto menor, ni estrictamente simbólico, o electorero, refuerza la política agresiva de persecución, intimidación, criminalización y desaparición de miles de activistas y defensore/as de derechos humanos, que por más de 3 administraciones han sido objeto de prácticas de terrorismo de Estado.

¿Andrés? Mejor.

“La política es una de las ciencias más exactas, es matemática pura”, decía un apostador, por eso, “nunca hay que dejar nada al azar”.

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