Shiraz Bayjoo, artista / Christine Eyene, curadora independiente / Paul Goodwin, curadora independiente Kiluanji Kia Henda, artista / En conversación con Ekow Eshun, curadora independiente. Presentado en colaboración con New Art Exchange.
¿Cómo están los artistas reclamando estas imágenes y están subvirtiendo el imaginario colonial de Occidente a través de sus prácticas? La fotografía es un medio que permite revelar historias individuales ocultas y memorias colectivas. Los artistas están utilizando mecanismos para acercarse a diferentes narrativas. Las prácticas artísticas están reclamando imágenes de lo que es África y cómo Occidente lo retrata de manera inherente, desde la fotografía etnográfica hasta la actualidad. La falta de materiales de archivo también requiere que los artistas utilicen imágenes ficticias en contra para traer una representación aguda del continente y más allá.
La conversación también trajo la idea del trauma, en el contexto de África y su representación. Y, en consecuencia, cómo los artistas trabajan cada vez más con el archivo al subvertir cierta representación en relación con la necesidad de liberarse también de los recuerdos del pasado y no llevar su carga en el proceso imaginativo de nuevos futuros y posibilidades.
Las obras de Shiraz Bayjoo (n. Mauricio, con sede en Londres) y Kiluanji Kia Henda (v. Angola, con sede en Lisboa y Luanda) contribuyen a las voces transnacionales de la diáspora y la negativa a encajar en estas representaciones coloniales de África. Y cómo a menudo los artistas son representados a través de lentes específicos por la mirada blanca. El papel de los artistas es, inevitablemente, navegar a través de esta opacidad para subvertir el aspecto de una singular "identidad y representación africanas de África" para la mirada blanca. Lo que enlaza con la idea de desenmascarar identidades y "el consentimiento de no ser un solo ser" (Fred Moten, Black y Blur, 2017) dice Paul Goodwin, refiriéndose a esta idea de alejarse de la violencia epistemológica del colonialismo dentro del mundo del arte, y más allá.
Vocabulario de luces intermitentes: África y el Caribe
Giscard Bouchotte, Curadora, Pabellón de Haití 2019 / Jenny Feal, artista, Cuba / Sara Alonso Gómez, Cofundadora, Calle C | investigadora y curadora / Albertine Kopp, Directora, Caribbean Art Initiative / Gabriele Salmi, Co-fundadora, Calle C. Presentado en colaboración con Calle C y Caribbean Art Initiative.
Este panel de discusión permitió explorar algunos de los proyectos e iniciativas que se están llevando a cabo actualmente, así como fomentar nuevos modos de colaboración. El panel abrió la conversación sobre los vínculos históricos y culturales entre los dos espacios geográficos a través de la historia del comercio transatlántico de esclavos.
Proyectos como el de Calle C, fundado por los curadores y académicos Sarah Alonso Gómez y Gabriele Salmi, es un programa triangular de residencias artísticas, que forma parte de la plataforma ARTICHOK, que explora el arte local y las ecologías culturales entre el Caribe y el Congo y que posibilita nuevos diálogos Sur-Sur entre ambas regiones. El proyecto organiza predominantemente residencias de artistas con el objetivo de implementar y compartir nuevos horizontes de producción cultural y de conocimiento a través de discusiones y de trabajo colaborativo.
Otro colaborador del panel fue el artista Giscard Bouchotte, artista de Port-Au-Prince y curador de la exposición del pabellón de Haití de este año. Dio una visión general de las conexiones actuales dentro del Caribe y de la particular desvinculación y falta de conexión, entre República Dominicana y Haití, que son países vecinos, pero históricamente separados por metarrelatos nacionales/coloniales . Uno de sus proyectos principales incluyó una exposición que recorrió Haití, Senegal y Benin, conectando personas y lugares. Bouchotte forma parte de la Caribbean Art Initiative que “brinda oportunidades para que artistas, escritores y curadores del Caribe se comprometan con el mundo, y para artistas, escritores y curadores no caribeños dialoguen y se comprometan con el contexto cultural y la diversidad epistémica del Caribe”.
Ecologías de la Bienal en el continente.
Sara Alonso Gómez, Curadora, Bienal de Yango de Kinshasa 2020 | investigador / Sandrine Colard-De Bock, curadora, Lubumbashi Biennale 2019 / Elvira Dyangani Ose, Directora, The Showroom, Londres / Christine Eyene, Curadora, Casablanca Biennale 2020 / Moderada por Skinder Hundal, Directora, New Art Exchange, Nottingham, Reino Unido. Presentado en colaboración con New Art Exchange.
El panel de discusión abordo la importancia de la bienal para problematizar cuestión de urgencia. ¿Como a través de la organización orgánica de prácticas comunitarias y colaborativas con relevancia local a internacional, podemos contribuir en los diálogos Sur- Sur y Sur a Norte? ¿Cómo revisar el formato para contribuir a esto? ¿Cómo puede la Bienal convertirse en un espacio para la nueva producción cultural y de conocimiento que se puede ejecutar y alimentar en el contexto local e internacional?
La bienal tiene la ventaja de ser independiente y liberada del control curatorial de la institución y de sus modos tradicionales de operación.
Los paisajes actuales de las bienales en el continente cuestionan esta idea de su propia economía y cómo estos eventos temporales a gran escala están invirtiendo en la economía local, cuando se gestionan asimetricamente a nivel internacional. Desde los organismos de financiamiento provenientes de Europa y el continente, la estructura nunca es completamente independiente de la “ayuda de Occidente”, la idea de subvertir estos fondos compromete el deseo personal del curador de la bienal y de la comunidad sin seguir la agenda que trazan los financiadores. ¿Cómo nos alejamos de la financiación de aquellos que nos mantienen en la cima? Los curadores declararon que la inversión a nivel local es una declaración política y que la redistribución de los recursos, la inversión en capacitación y el empleo de personas locales, a largo plazo, y la inversión en espacios comunitarios era esenciales para romper esos lazos asimétricos de dependencia.
¿Cómo vemos a futuro el papel de esta mega bienales? Es importante ubicar la génesis de la bienal en el continente y en lo que se ha convertido hoy, para revisar el cambio histórico que tuvo en el contexto de su creación y en la tergirversación de sus objetivos. Las bienales en el continente africano fueron el resultado de los movimientos de liberación e independencia, por ejemplo, el fin del apartheid. Las bienales tienen que ser un espacio de autonomía, de potabilidad de nuevos discursos, nuevos modos de producción y formas alternas de conectarse con los modelos occidentales de las bienales, en paralelo con la "precariedad como modelo de organización derivado de las prácticas comunales en la región", dice Elvira. Dyangani Ose.
Esta conversación también abrió al tema de la restitución de los artefactos africanos al continente y cómo la bienal podría convertirse en un catalizador en este movimiento actual que se está produciendo en Europa, especialmente en Francia con la investigación recientemente publicada de Benedicte Savoy y Felwine Sarr en noviembre del 2018. Entender las bienales como una plataforma para volver a imaginar las narrativas que gravitan alrededor de los objetos, a fin de recuperar las historias perdidas de nuestros de nuestro pasado y memoria histórica para la construcción de metáforas sobre nuestros futuros.
Como telón de fondo del foro, se celebró la Bienal de Venecia, cuya ceremonia de apertura oficial tuvo lugar el sábado 11 de mayo.
La edición de este año de la Bienal de Venecia 2019, llamada May You Live In Interesting Times, fue curada por Ralph Rugoff, curador de la Galería Hayward en Londres. En mi opinión, la Bienal se sintió desarticulada con una falta de profundidad y conexiones entre las obras de los artistas y los modos de curación para comunicar en cómo el “formato” respondía satisfactoriamente a muchos “statements”. La Bienal simplemente se ha quedado corta, desfasada, no ha reflejado los tiempos complejos y de múltiples vectores de problematización que estamos viviendo.
En referencia al título de la edición de este año, el curador afirma que "la frase, a la que los políticos y retóricos occidentales han hecho referencia durante más de 100 años, se basa de hecho en un malentendido. Aunque originalmente se creía que era una antigua maldición china, en realidad es un invento occidental ”. Y, en consecuencia, cómo la bienal reverbera la violencia colonial del pasado y de más de 100 años, sin reconocer los daños y traumas que provoca su legado hoy a nivel político, cultural, económico, social y ecológico.
Otro momento de absoluto desconcierto dentro de la Bienal de Venecia fue la exhibición del 'Barca Nostra', el bote que transportaba a 700 migrantes que viajaban desde Libia a Italia, que se ahogó en el Mar Mediterráneo en 2015, en el Arsenale, uno de los sitios principales de la Bienal. Y esto también me hizo relacionarme con la muerte de Pateh Sabally, un hombre de 22 años de Gambia que se ahogó en el Gran Canal de Venecia en enero de 2017 mientras recibía abusos racistas y ninguna ayuda de testigos que lo observaban. Estos momentos realmente transmiten y revelan las condiciones de “nuestros tiempos" porque revelan la violencia que el mundo occidental ha ejercido a lo largo de la "historia" encubierta bajo retóricas de humanidad y democracia. Pero el mundo del arte ha decidido quedarse silente y en paz. La desconexión inherente de la multitud que paseaba por las calles y los espacios de la Bienal era brutal, la instalación de la embarcación se terminó por normalizar. La dimensión colonial, política, simbólica de la embarcación africana en el mediterráneo no produjo nada. O esímuló solo criterios estéticos. Cuando el horror y el caos de esta crisis civilizatoria se convierten en una conversación de vanguardia hay que pensar que tenemos algunas cuentas y deudas por saldar.
Sin embargo, algunos de mis puntos destacados dentro de la Bienal de Venecia son los espacios emocionales de artistas racializados presentes en la Bienal, desde los pabellones del Sur hasta las prácticas presentadas en los dos espacios principales, el Giardini y el Arsenale. Aquí hay una selección de dos:
La Embajada Aborigen por Richard Bell